El CIF es para cualquier Asociación o Fundación como el D.N.I. para una persona. En el CIF figura un número precedido de una letra (en el caso de Asociaciones y Fundaciones la «G») que identifica fiscalmente a nuestra entidad. Para poder funcionar legalmente deberemos solicitarlo y ese código acompañará a la Asociación durante toda su vida. Es imprescindible para abrir una cuenta en una entidad bancaria a nombre del colectivo y operar económicamente (trasferencia de ayudas públicas, compras, facturas, etc.).
El número de nuestro CIF debe ser conocido por todas aquellas personas de la Entidad que realicen compras para ésta, pues nos lo pedirán cada vez que solicitemos una factura. Igualmente deberá figurar en las facturas o recibos que emitamos.
El CIF se tramita ante la administración de Hacienda que nos corresponda y, para ello, deberemos llevar:
- Original y fotocopia de los estatutos sellados por el registro correspondiente.
- Original y fotocopia del acta fundacional.
- Fotocopia de la persona, incluida entre los socios fundadores, que firme el impreso de solicitud, llamado Impreso de Declaración Censal (Modelo 036).
Cuando cambie alguno de los datos que figuran en la tarjeta del CIF, deberemos rellenar en Hacienda otro Impreso de Declaración Censal (Modelo 036), haciendo constar dichos cambios, y nos mandarán otra tarjeta con los datos modificados.